Al norte del olvido
salva la distancia un sonido seco
de pasos que se arrastran
entre aquellos recuerdos
que un día fueron universos.
Al mirar si me miraba
me quedé quieto
y el corazón, en la escalera
encontró las ganas de volar
sin calor, sin sangre, sin palabras…
Sin sábados de cine con almohadas
Sin besos de película ni encuentros en el metro…
Como las luces se apagan
El futuro es invisible
Las paredes están hechas de palabras
en mil idiomas que no entiendo
y mil nombres con mil sabores
se mezclan en mil amaneceres que no hubo
mientras arde la Madera entre los nudos
de esta separada consciencia que nos une.
cuando devora el tiempo
lo que el fuego no consume
vivo y muero como el gato
en cajas de cartón
cerradas con velcro.